miércoles, 17 de noviembre de 2010

"He tocado ante Obama cuatro veces, supongo que soy lo bastante 'cool"


La joven estrella estadounidense presenta un disco con Milton Nascimento como estrella invitada, dentro del Festival de Jazz de Madrid.

Tiene 26 años y está dispuesta a comerse el mundo. Esperanza Spalding está considerada como la nueva estrella en el firmamento del jazz, en su triple faceta de contrabajista, cantante y compositora. La norteamericana aprendió los rudimentos de su instrumento con Ron Carter -"me siento muy honrada de haberle tenido como maestro"-, antes de hacerse a la carretera como miembro del cuarteto del saxofonista Joe Lovano -"no puedo decir lo mucho que le debo a Joe"-. Su carrera como solista le ha llevado a cruzarse con Niño Josele -"un músico asombroso, ¡le adoro!"- y el brasileño Milton Nascimento -"no puedo imaginar una voz más hermosa"-. El brasileño interviene como estrella invitada en un tema de Chamber Music Society , el nuevo disco de la jazzwoman, que la ha traído hasta estos lares. Spalding actúa esta noche, en el teatro Fernán Gómez, dentro del 27º Festival de Jazz de Madrid.

"El jazz está vivo por las posibilidades de aprender que tienen hoy los jóvenes"
Pregunta. Uno la ve sobre el escenario, abrazada al contrabajo, los ojos cerrados, y se pregunta en qué está pensando mientras toca su música.

Respuesta. No lo sé. No lo he pensado. Cuando escribo música, como cuando estoy tocando, no pienso en lo que estoy haciendo. Lo importante es no sentirte atarte a nada. Tienes que ser libre para cambiar de rumbo. La música es un fluido que discurre libre y tú tienes que estar siempre alerta para nadar en el sentido de ese fluido.

P. ¿Cómo definiría la música de Chamber Music Society?

R. Lo primero, es real. E importante. Desde hace un año y algunos meses, llevo buscando un repertorio ¿Voy a seguir por el mismo camino? Entonces, empezaron a surgir una serie de obras que no tenían lugar en el repertorio que estaba interpretando en ese momento. Las fui dejando a un lado a la espera de que llegara la ocasión. Estaba ansiosa por hacerlo, se trata de un aspecto de mi identidad que no había podido mostrar.

P. ¿Diría que es jazz?

R. No lo sé. No tengo ni idea. Comenzando porque, hablando en propiedad, Chamber Music Society no es solo un disco, sino muchas cosas diferentes. Si acaso, podría definirse como un disco de composiciones improvisadas. Por un lado está el trío de jazz; por el otro, el trío de cuerdas. Lo que hago es interactuar entre ambos mundos, el de la música de cámara y el jazz, explorando las posibilidades que se abren. Al final, se trata de preparar a los oyentes de la música clásica para acercarse al idioma del jazz, y viceversa.

P. Algunas de las piezas llevan títulos un tanto enigmáticos, como Really very small (Realmente muy pequeño) o Knowledge of good and evil (Conocimiento del bien y el mal).

R. Es algo que tiene que ver con el cosmos y la Biblia... contemplo la música desde una perspectiva amplia porque, cuando tocas el contrabajo estás, como el que dice, un poco por encima de la música, no te centras únicamente en los acordes sino que escuchas tonalidades, colores...

P. En el disco, ha contado con la colaboración del pianista y arreglista Gil Godstein.

R. Es un ser humano absolutamente increíble. De siempre, Gil ha sido una influencia muy importante en mi música, y en mi vida. Es una fuente de inspiración. Ha bendecido el disco.

P. Resulta chocante verla por televisión tocando delante de Barack Obama.

R. Debería decir que fue increíblemente excitante... y seguramente lo fue. En esencia, me sentí muy honrada. Una no toca todos los días delante del presidente de la nación, aunque yo lo he hecho en cuatro ocasiones: Supongo que soy lo bastante cool. Al final, siempre parece que le gusta lo que hago porque viene hacia mí, me da la mano y me dice 'hola, muchas gracias', y se va. Es muy cortés.

P. Con 26 años y en la cumbre... ¿El jazz está vivo o muerto?

R. Gracias a Dios, el jazz está vivo y bien, sobre todo, por las posibilidades que se le presentan al músico joven para aprender hoy en día. Gracias a ello, puedes viajar de Budapest a Sudáfrica o Buenos Aires y te encuentras con músicos extraordinarios. Recientemente, fui miembro del jurado de los premios Thelonious Monk y pude escuchar a tres contrabajistas verdaderamente extraordinarios que apenas eran unos niños. ¡Las jóvenes generaciones vienen pisando fuerte!



Aquí os dejo algunos videos de esta contrabajista y cantante:







Pinchad AQUÍ si queréis escuchar el disco más reciente de Esperanza Spalding en Spotify.

Fuente: El País

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